lunes, 16 de junio de 2008

Entrevista en privado con Oveja MC


"Soy oveja tranquila, pero no oveja tonta"... haciendo un reclamo a la paz, a la igualdad y a la buena música, Oveja ya hace dos años que nos susurra letras como la de su éxito Mundo idealizado. Desde el Turó de la Peira y con discreción, sencillez y buen gusto, nace y va creciendo un rapero que promete hacer grandes aportaciones a la música. Diciéndonos cosas como "...pretendo adorar a Gandhi en mi pequeño mundillo, mientras vosotros jugáis a golf en un lujoso pasillo. Tienes coches a borbotones, cuatro o cinco mansiones, ¿Te quejas del estrés? ¡Pobres niños con muñones! Anclados en miseria porque no hay más cojones que coser botas Nike para ricos jugadores [...] vigilados por el de arriba, que controla todo el rebaño y no se preocupa de la herida, de este mundo descompensado en el que sufre el que le toca, africanos por ejemplo, lloran con piedras en la boca..." hace reflexionar a todo un público que cree en su potencial.

¿Qué te impulso a ponerte delante del blog, coger el boli y escribir tus canciones?

Para mí el Rap no es el mejor tipo de música, yo prefiero interpretarlo como carta blanca hacia la sociedad. Puedo dirigirme a ella haciendo rimas, con poesía, pero siempre diciendo lo que quiero decir, sacando los temas sobre los que me parece que el mundo está enfermo, los puntos en los que creo que es necesaria una cura, en forma de reflexión y generosidad por nuestra parte como convivientes del planeta. La primera canción que escribí fue Mundo idealizado y mi motivación fue el sentir que era necesario, el querer expresarme.

¿Por qué el Rap y no cualquier otro género?

Es música y es lo que quiero. Como estilo concretamente es el elegido, porque creo que cantando daría bastante lástima. Rapear es lo mío.

Y tu nombre artístico, Oveja, ¿De dónde viene?

Mi madre solía llamarme así de peque porque en el cabezón este que tengo, en vez de pelo me sale lana y de vez en cuando, muy de vez en cuando, hay que cardarme.

¿Alguna vez te has planteado escribir algo que no sean rimas, otro género literario aparte de la poesía urbana?

Sí, de hecho ya voy por el segundo capítulo de mi segunda novela. Suelo leer mucho, cuando tengo tiempo libro por semana y, la verdad es que la literatura es una de mis inquietudes.

Siempre argumentas en contra de la política en tus canciones ¿Crees que es un problema?

Creo que el problema es que la política no soluciona los problemas, cuando ese es su supuesto deber social, eso es lo que la gente cree que la política debería hacer. A mí, a nivel personal, me resulta imposible creer en un sistema basado en la injusticia: el pobre es pluriempleado, llega a casa cansadísimo y al día siguiente madruga de forma inhumana para que el rico pueda descansar es su sofá y, sin trabajar ni un cuarto que el pobre, cobre diez veces más.

¿Qué tal fue tu primera experiencia en los escenarios?

La verdad es que para ser mi primer concierto estoy muy contento. Había hecho directos para mis amigos, pero nunca delante de 400 personas, como había en aquellas fiestas de Vinebre. Los primeros segundos fue víctima de los nervios, pero después me confié para acabar por el escenario como en bata y zapatillas. Me puse en el lugar del público y, realmente, ver a alguien nervioso transmite desconfianza, contrariamente a la seguridad que yo quería inspirar.

¿Te has planteado llevar a cabo tus preocupaciones más allá de tus canciones, es decir, por ejemplo en tu single hablas sobre los niños de África, tienes planes de ayudar además de con la divulgación de tu canción?

Sí, estoy ahorrando para viajar al Salvador. Creo que es una experiencia por la que todo occidental debería pasar para abrir horizontes, para darse cuenta de cómo vive la otra parte del mundo realmente.

¿Qué opinas de la situación actual del Hip Hop? ¿Dónde te sitúas?

Para muchos es una moda, para muchos otros no. Para mí es un compromiso de por vida. Es bueno que los jóvenes se unan cada vez más a nuestro estilo, porque difunde buenos valores, pero a nivel de mercado económico no creo que se deba ganar dinero con el rap. Internet permite que tu canción de la vuelta al mundo en un minuto y hay que amoldarse al nuevo sistema. Yo suelo hacer rap por diversión, por satisfacción personal. No pretendo enriquecerme ni demostrar nada a nadie.

Los accidentes de tráfico, una responsabilidad también política

La conducción ebria y/o temeraria sigue siendo la principal causa de los accidentes en la carretera. Pero, pese a asumir nuestra culpa, los ciudadanos somos conscientes de que es una culpa compartida con las instituciones políticas. Prueba de ello son las soluciones que se proponen desde tales instituciones para evitar la siniestralidad provocada por estos accidentes. Dichas propuestas están divididas en dos grupos: las inútiles y las inexistentes.

Desde la existencia del automóvil, a finales del siglo XIX, el Gobierno se ha inventado diferentes alternativas para evitar dichos accidentes. Éstas han sido en su mayoría inservibles _pertenecientes al primer grupo_: desde las campañas de la DGT (Dirección General de Tráfico), hasta las míticas pegatinas “Papá no corras”, “Bebé a bordo”, “No corras neng!”…
De las campañas, además, debemos apuntar a que la principal causa de su improductividad reside en su estrategia publicitaria, basada siempre en el impacto visual extremista y en el sentimiento de culpabilidad.

Esta estrategia podría remitirnos a las de las campañas publicitarias de las ONG’s, que también siempre se habían centrado en ambas intenciones _impactar y culpar_.
La primordial diferencia entre las campañas de unos y de otros la encontramos aquí, ya que la evolución ha sido distinta para los dos casos.
Las ONG’s han cambiado sus tácticas comunicativas, siendo consecuentes con la poca efectividad de las anteriores.
Ahora se dedican a asociarse con empresas, de forma cuando pagamos un tiquete de algo, por ejemplo, estamos contribuyendo con un porcentaje de ese pago a una determinada ONG.

Las campañas de tráfico, por su parte, han eliminado el impacto visual, después de haber sido acusadas de extremadamente sensacionalistas y de tener mal gusto. Su cambio se ha basado en descartar este aspecto y potenciar más el otro: el de la culpa; algo que sigue sin hacer efecto en la conciencia de los espectadores.
Sobre las medidas existentes, cabe añadir que el pequeño porcentaje que conforman las útiles no han sido fruto de acciones del Gobierno, sino que se han tratado de invenciones técnicas de los fabricantes de automóviles, tales como el cinturón o el airbag.

El segundo conjunto en el que se agrupan estas supuestas soluciones es el de las inexistentes. En él hacemos referencia a una serie de casos evidentes, en los que las soluciones destellan por su ausencia, como los conocidos Puntos Negros (PN). Éstos son definidos por la Instrucción 01/tv-29 de la DGT como aquellos emplazamientos pertenecientes a una calzada de una red de carreteras, en los que durante un año natural, se hayan detectado 3 o más accidentes con víctimas, con una separación máxima entre uno y otro de 100 metros.
Aunque la Dirección General de Tráfico no tiene competencia para actuar sobre las vías al no ser titular de las mismas, sí tiene la responsabilidad de colaborar con aquellas administraciones titulares de la red de carreteras, para la mejora de la seguridad vial.
Sin embargo, esta colaboración casi nunca se lleva a cabo y las consecuencias de ellos son los miles de Puntos Negros del estado, de los que se tiene conocimiento hace más de diez años, pero para los que el Gobierno parece no tener recursos suficientes como para ponerles remedio.
Un ejemplo de estos casos sería el ya famoso Punto Negro El Goloso, en las afueras de Madrid, que se cobra una media de veinte víctimas anuales. Otro de los casos más dramáticos, también en la capital española, es la M-40, que cuenta con 33 Puntos Negros en la totalidad de su recorrido.


Llama la atención que las campañas del Gobierno _mediante la DGT_ nos culpe de todas las incidencias en la carretera cuando evitar un gran porcentaje de éstas está en sus manos y prefieren ignorarlo.
La nuestra, una culpa muy compartida, sin duda.

domingo, 15 de junio de 2008

Un problema intrínseco del sistema educativo


Hay una gran falta de implicación por parte de profesores y alumnos en esta carrera. Ello queda patente en la poca motivación que demuestran y demostramos en un gran número de asignaturas _casi el 50% de éstas_.

Muchas clases se imparten sólo para escuchar, apuntar y, el día del examen, vomitar: un método que, después de muchos años de observación del sistema educativo vigente en el estado español, es totalmente inútil. Dichas clases son una pérdida de tiempo para profesor y alumnado. Parte del segundo grupo aprobará la superprueba para olvidar todo lo que en ella entraba, en menos de seis meses.

El problema, no obstante, no es tanto de “profes” o de alumnos, sino de base: de esencia, de raíz. Desde que el objetivo principal de unos y otros _enseñar, el de los primeros y aprender, el de los segundos_ está olvidado por ambos, la cosa no funciona tan bien como se desearía.
Este olvido se hace palpable en los dos grupos.
Los profesores, en su paupérrima ilusión por instruir a “sus matriculados”, se dejan llevar por otros intereses más inmediatos, como su propio sueldo o los beneficios económicos de la empresa en la que se ha convertido la Facultad con el paso del tiempo.
Just Cases, ex profesor de Historia de Catalunya en nuestra Facultad de las Ciencias de la Comunicación, afirma que abandonó su puesto de forma voluntaria por estar “hasta las pelotas” de que le presionaran, desde Gestió Acadèmica, para que en las recuperaciones de septiembre, también suspendiera a unos cuantos alumnos y, en general, metiera más caña en sus clases, ya que sino su “empleo no resultaba rentable para los de arriba”.
Por nuestra parte, los alumnos mostramos también una gran falta de actitud curiosa, sedienta de conocimientos. También preferimos inclinarnos por otros intereses que nos resultan más inmediatos, como echar unas risas con los compañeros en el bar o bien tomar un poco el sol en el césped, mientras nos fumamos un cigarro alegre.

Y este es el resultado que obtenemos de que cada uno priorice los intereses personales _o económicos_ a los comunes: que sólo en ocasiones profesores y alumnos se llaman la atención mutuamente _por el interés especial de la temática de la asignatura, por simpatía o por lo que sea_ mientras que en el resto de ocasiones la desidia, la zozobra, la vagancia y la apatía protagonizan las escenas de las clases.

Mientras la educación y su sistema continúen funcionando como un negocio más y la enseñanza se siga mercantilizando de esta forma, las cosas se desarrollarán así o peor. No se mejorará el sistema hasta que no haya un cambio sustancial de la concepción de educación.

Sin embargo, debemos admitir que la Universidad, como lugar de intercambio cultural, sí tiene cosas muy positivas y aún quedan docentes y aprendices de los que sí se involucran en los diferentes asuntos universitarios.

La justicia sigue de vacaciones permanentes en nuestro supuesto país


Franki sigue encarcelado por manifestar lo que pensaba (puesto que su manifestación no fue consentida y, por tanto, tampoco controlada, pero claro, resulta que somos libres…) Mientras este chico sigue viendo pasar los días entre barrotes, siendo quizás, una de las mejores personas de la Ciudad Condal, el gobierno continúa creando ministerios inútiles.
Ahora al de Justicia se le suma el de Igualdad y, yo me pregunto, ¿Qué sentido tiene darle un ministerio a algo que jamás va a llegar? El machismo en España es algo intrínseco, algo cultural ¿Cómo pretende erradicarlo el gobierno? ¿Sólo poniendo un ministerio que queda bonito?
No señor, mentiras las justas. Todos sabemos que un viudo conserva la totalidad de la pensión, mientras que una viuda se queda con la mitad de ésta. Y ¿no les da vergüenza hablar de igualdad?

Condiciones laborales de sanguijuelas


L@s teleoperador@s deben ser una especie aparte. Su rol laboral evoluciona por caminos separados (por no decir opuestos) al de el resto de puestos de trabajo.

Un cronómetro funciona como justiciero cuando hay una necesidad fisiológica y si éste se pasa del minuto la pantalla, vista por toda la plantilla, cambia su fondo a color rojo (sólo con que este ocupado el lavabo o con que la necesidad vaya más allá de un orín, este tiempo se excede).

Nuestro amigo el cronómetro también está presente a la hora del descanso, hora que eligen los encargados y no tú (como son más listos, saben perfectamente cuando estás más cansad@). Pero eso no es todo, estos únicos descansos diarios se han de hacer por separado, de forma que nadie de la plantilla pueda hablar con sus compañer@s en ese rato (ni en otro). Así pues, los descansos se hacen en solitario.

Podría llenar páginas y páginas describiendo las ínfimas condiciones laborales de est@s trabajador@s, aunque con lo dicho ya podéis imaginar que parecen de todo menos human@s.

20 minutos se hizo eco de nuestra fustración


Somos tres estudiantes, anónimas, de periodismo en la UaB. El curso que viene nos iremos de Erasmus a Lughano, Firenze y Toulusse, respectivamente, y nos sorprende muchísimo que la ayuda mensual para ello sea de 230€.

Queda muy bonito, en boca de los políticos, decir que invierten en estudios en el extranjero, pero en la realidad el presupuesto estatal lo están utilizando para otras cosas, como armas, petróleo… ¿o de verdad son tan ilusos que creen que se puede vivir en una ciudad tan cara como Florencia con 230€ al mes? No señores, ningún político es tan ingenuo, pero se llenan la boca con sus inversiones en educación y en idiomas y quedan la mar de modernos. Mientras, nosotras, con ese dinero como mucho vamos al kiosko a comprar el periódico y unas pipas, pero el piso, la matrícula de la universidad, el vuelo… todo sale de nuestro bolsillo y aún se creen en derecho de decir que “nos becan”.

Todo esto nos indigna mucho: como si no fuera suficiente ya con que todas las decisiones sobre educación no las tomen ni estudiantes ni docentes, sino políticos que están totalmente desvinculados con el ambiente estudiantil y que únicamente miran por sus intereses económicos; ahora además tenemos que soportar que nuestro compañeros, que se van de Séneca a diferentes ciudades españolas, dispongan de 600€ mensuales… ¿Es que el mundo estaba haciendo el pino el día que repartieron los presupuestos de las ayudas de movilidad?

Si alguien entiende todo esto, que venga y nos lo explique.
Este artículo fue publicado en 20 minutos como Carta al director, el pasado viernes 30 de mayo del 2008.

domingo, 8 de junio de 2008

Un deseo...


Mi futuro laboral no lo veo muy claro. De todas formas, yo nunca he sido de augurar lo que vendrá. Si me gustaría escribir críticas (de libros, de películas, de exposiciones...) en un medio que me diera libertad para escribir todo lo que me pasa por la cabecita, pero ¿es posible eso? Ese es mi deseo, que los medios sean independientes, libres y que sirvan como plataformas reivindicativas de lucha en contra de las injusticias.

Espero que el periodismo cultural de la risa de la luna os haya hecho pensar y, sobre todo, os haya gustado. La perspectiva de Empezó mañana pero ayer se va acabar seguirá activa durante el verano.

Todo es cultura, todo.