"Soy oveja tranquila, pero no oveja tonta"... haciendo un reclamo a la paz, a la igualdad y a la buena música, Oveja ya hace dos años que nos susurra letras como la de su éxito Mundo idealizado. Desde el Turó de la Peira y con discreción, sencillez y buen gusto, nace y va creciendo un rapero que promete hacer grandes aportaciones a la música. Diciéndonos cosas como "...pretendo adorar a Gandhi en mi pequeño mundillo, mientras vosotros jugáis a golf en un lujoso pasillo. Tienes coches a borbotones, cuatro o cinco mansiones, ¿Te quejas del estrés? ¡Pobres niños con muñones! Anclados en miseria porque no hay más cojones que coser botas Nike para ricos jugadores [...] vigilados por el de arriba, que controla todo el rebaño y no se preocupa de la herida, de este mundo descompensado en el que sufre el que le toca, africanos por ejemplo, lloran con piedras en la boca..." hace reflexionar a todo un público que cree en su potencial.
¿Qué te impulso a ponerte delante del blog, coger el boli y escribir tus canciones?
Para mí el Rap no es el mejor tipo de música, yo prefiero interpretarlo como carta blanca hacia la sociedad. Puedo dirigirme a ella haciendo rimas, con poesía, pero siempre diciendo lo que quiero decir, sacando los temas sobre los que me parece que el mundo está enfermo, los puntos en los que creo que es necesaria una cura, en forma de reflexión y generosidad por nuestra parte como convivientes del planeta. La primera canción que escribí fue Mundo idealizado y mi motivación fue el sentir que era necesario, el querer expresarme.
¿Por qué el Rap y no cualquier otro género?
Es música y es lo que quiero. Como estilo concretamente es el elegido, porque creo que cantando daría bastante lástima. Rapear es lo mío.
Y tu nombre artístico, Oveja, ¿De dónde viene?
Mi madre solía llamarme así de peque porque en el cabezón este que tengo, en vez de pelo me sale lana y de vez en cuando, muy de vez en cuando, hay que cardarme.
¿Alguna vez te has planteado escribir algo que no sean rimas, otro género literario aparte de la poesía urbana?
Sí, de hecho ya voy por el segundo capítulo de mi segunda novela. Suelo leer mucho, cuando tengo tiempo libro por semana y, la verdad es que la literatura es una de mis inquietudes.
Siempre argumentas en contra de la política en tus canciones ¿Crees que es un problema?
Creo que el problema es que la política no soluciona los problemas, cuando ese es su supuesto deber social, eso es lo que la gente cree que la política debería hacer. A mí, a nivel personal, me resulta imposible creer en un sistema basado en la injusticia: el pobre es pluriempleado, llega a casa cansadísimo y al día siguiente madruga de forma inhumana para que el rico pueda descansar es su sofá y, sin trabajar ni un cuarto que el pobre, cobre diez veces más.
¿Qué tal fue tu primera experiencia en los escenarios?
La verdad es que para ser mi primer concierto estoy muy contento. Había hecho directos para mis amigos, pero nunca delante de 400 personas, como había en aquellas fiestas de Vinebre. Los primeros segundos fue víctima de los nervios, pero después me confié para acabar por el escenario como en bata y zapatillas. Me puse en el lugar del público y, realmente, ver a alguien nervioso transmite desconfianza, contrariamente a la seguridad que yo quería inspirar.
¿Te has planteado llevar a cabo tus preocupaciones más allá de tus canciones, es decir, por ejemplo en tu single hablas sobre los niños de África, tienes planes de ayudar además de con la divulgación de tu canción?
Sí, estoy ahorrando para viajar al Salvador. Creo que es una experiencia por la que todo occidental debería pasar para abrir horizontes, para darse cuenta de cómo vive la otra parte del mundo realmente.
¿Qué opinas de la situación actual del Hip Hop? ¿Dónde te sitúas?
Para muchos es una moda, para muchos otros no. Para mí es un compromiso de por vida. Es bueno que los jóvenes se unan cada vez más a nuestro estilo, porque difunde buenos valores, pero a nivel de mercado económico no creo que se deba ganar dinero con el rap. Internet permite que tu canción de la vuelta al mundo en un minuto y hay que amoldarse al nuevo sistema. Yo suelo hacer rap por diversión, por satisfacción personal. No pretendo enriquecerme ni demostrar nada a nadie.
¿Qué te impulso a ponerte delante del blog, coger el boli y escribir tus canciones?
Para mí el Rap no es el mejor tipo de música, yo prefiero interpretarlo como carta blanca hacia la sociedad. Puedo dirigirme a ella haciendo rimas, con poesía, pero siempre diciendo lo que quiero decir, sacando los temas sobre los que me parece que el mundo está enfermo, los puntos en los que creo que es necesaria una cura, en forma de reflexión y generosidad por nuestra parte como convivientes del planeta. La primera canción que escribí fue Mundo idealizado y mi motivación fue el sentir que era necesario, el querer expresarme.
¿Por qué el Rap y no cualquier otro género?
Es música y es lo que quiero. Como estilo concretamente es el elegido, porque creo que cantando daría bastante lástima. Rapear es lo mío.
Y tu nombre artístico, Oveja, ¿De dónde viene?
Mi madre solía llamarme así de peque porque en el cabezón este que tengo, en vez de pelo me sale lana y de vez en cuando, muy de vez en cuando, hay que cardarme.
¿Alguna vez te has planteado escribir algo que no sean rimas, otro género literario aparte de la poesía urbana?
Sí, de hecho ya voy por el segundo capítulo de mi segunda novela. Suelo leer mucho, cuando tengo tiempo libro por semana y, la verdad es que la literatura es una de mis inquietudes.
Siempre argumentas en contra de la política en tus canciones ¿Crees que es un problema?
Creo que el problema es que la política no soluciona los problemas, cuando ese es su supuesto deber social, eso es lo que la gente cree que la política debería hacer. A mí, a nivel personal, me resulta imposible creer en un sistema basado en la injusticia: el pobre es pluriempleado, llega a casa cansadísimo y al día siguiente madruga de forma inhumana para que el rico pueda descansar es su sofá y, sin trabajar ni un cuarto que el pobre, cobre diez veces más.
¿Qué tal fue tu primera experiencia en los escenarios?
La verdad es que para ser mi primer concierto estoy muy contento. Había hecho directos para mis amigos, pero nunca delante de 400 personas, como había en aquellas fiestas de Vinebre. Los primeros segundos fue víctima de los nervios, pero después me confié para acabar por el escenario como en bata y zapatillas. Me puse en el lugar del público y, realmente, ver a alguien nervioso transmite desconfianza, contrariamente a la seguridad que yo quería inspirar.
¿Te has planteado llevar a cabo tus preocupaciones más allá de tus canciones, es decir, por ejemplo en tu single hablas sobre los niños de África, tienes planes de ayudar además de con la divulgación de tu canción?
Sí, estoy ahorrando para viajar al Salvador. Creo que es una experiencia por la que todo occidental debería pasar para abrir horizontes, para darse cuenta de cómo vive la otra parte del mundo realmente.
¿Qué opinas de la situación actual del Hip Hop? ¿Dónde te sitúas?
Para muchos es una moda, para muchos otros no. Para mí es un compromiso de por vida. Es bueno que los jóvenes se unan cada vez más a nuestro estilo, porque difunde buenos valores, pero a nivel de mercado económico no creo que se deba ganar dinero con el rap. Internet permite que tu canción de la vuelta al mundo en un minuto y hay que amoldarse al nuevo sistema. Yo suelo hacer rap por diversión, por satisfacción personal. No pretendo enriquecerme ni demostrar nada a nadie.