Doble uVe, la estridencia y la genialidad se fusionan en directo
La sala más famosa del Poblenou se convirtió, ya a las ocho (hora en la que abrió sus puertas), en un hormiguero bullente de cabecitas ansiosas que llevaban mucho tiempo esperando, esperándolo, esperándolos. Gente amontonada en medio, en los extremos, en el piso de arriba, en las barras… gente en todas partes que dificultaba el paso, haciendo del movimiento algo casi imposible. Sonrisas y cigarros de la risa eran el complemento perfecto para la situación.
Un mediocre Señor Rojo hizo de telonero durante casi una hora, impacientando aún más al ya nervioso público que, cerca de las diez, se había adjudicado el sitio que no abandonaría hasta el final del concierto.
Con un poco de retraso y en mitad del ambiente hip hopero más auténtico, llegaron los tres maestros de las rimas, consiguiendo la ovación de todos los presentes. Humo, humo y más humo, acompañado de birras y cubatas formaban el entorno más adecuado para ir preparando el terreno.
Familiaridad, buen rollo y ritmo fueron los protagonistas de una jornada en la que sólo importó el rap, el buen rap. Barcelona y, concretamente la sala Razzmatazz, acogían una vez más al grupo ganador de un Grammy por Vivir para contarlo.
El movimiento incesante de los asistentes y el calor del lugar, sumados a que el concierto fue sin pausas, provocaron el agotamiento de todos. Aún así, la música seguía invadiendo la esencia de cada uno de los allí presentes, en un ambiente cada vez más diluido y cargado de humo con olor a hierba.
Llegando al final del gran evento, surgió la aparición repentina de Falsa Alarma, cantando el exitoso Vete a casa, con una gran acogida. Un regalito que los maños preparaban para Barcelona y uno de los momentos más destacados.
Una melancólica despedida, con temas de hace años, y un cierre de la mano del telonero madrileño fueron el final de un concierto en el que la seriedad de lo profesional y la alegría de lo personal se fusionaron a la perfección.
Lentamente, la gente abandonó la sala con cara de plena satisfacción: la noche había cumplido todo lo esperado.
Un mediocre Señor Rojo hizo de telonero durante casi una hora, impacientando aún más al ya nervioso público que, cerca de las diez, se había adjudicado el sitio que no abandonaría hasta el final del concierto.
Con un poco de retraso y en mitad del ambiente hip hopero más auténtico, llegaron los tres maestros de las rimas, consiguiendo la ovación de todos los presentes. Humo, humo y más humo, acompañado de birras y cubatas formaban el entorno más adecuado para ir preparando el terreno.
Familiaridad, buen rollo y ritmo fueron los protagonistas de una jornada en la que sólo importó el rap, el buen rap. Barcelona y, concretamente la sala Razzmatazz, acogían una vez más al grupo ganador de un Grammy por Vivir para contarlo.
El movimiento incesante de los asistentes y el calor del lugar, sumados a que el concierto fue sin pausas, provocaron el agotamiento de todos. Aún así, la música seguía invadiendo la esencia de cada uno de los allí presentes, en un ambiente cada vez más diluido y cargado de humo con olor a hierba.
Llegando al final del gran evento, surgió la aparición repentina de Falsa Alarma, cantando el exitoso Vete a casa, con una gran acogida. Un regalito que los maños preparaban para Barcelona y uno de los momentos más destacados.
Una melancólica despedida, con temas de hace años, y un cierre de la mano del telonero madrileño fueron el final de un concierto en el que la seriedad de lo profesional y la alegría de lo personal se fusionaron a la perfección.
Lentamente, la gente abandonó la sala con cara de plena satisfacción: la noche había cumplido todo lo esperado.
Con un directo increíble y con seriedad en sus propósitos, Doble uVe emocionó a todos los asistentes, que no cesaban en su ruido agradecido. Trajeron su rap en vivo, un rap que se diferencia del resto por el convencimiento de sí mismo, por su énfasis en la sinceridad más espontánea.
Sin duda, el concierto de Violadores del Verso en Razzmatazz ha sido el evento rapero del mes en nuestra ciudad. Una combinación de energías y una gran selección de temas estallaron con fuerza, unidos a una iluminación y un sonido de calidad, dignos del momento.
Sin duda, el concierto de Violadores del Verso en Razzmatazz ha sido el evento rapero del mes en nuestra ciudad. Una combinación de energías y una gran selección de temas estallaron con fuerza, unidos a una iluminación y un sonido de calidad, dignos del momento.